Fueron
el icono del mejor futbol brasileño que se había desplegado después
del deslumbramiento de la selección amazónica campeona del Mundo
en México 1970. Si en la década de los 90’s Europa presumía al
mundo entero a escuadras como el AC Milán, Ajax de Ámsterdam, Real
Madrid y FC Barcelona América hacía lo propio con el Sao Paulo de
Brasil comandado por el Profesor Telé Santana, el hombre quien pudo
definir el “jogo bonito” para llevarlo a la misma altura del
Cristo del Corcovado y ser admirado por los aficionados al deporte
más popular del mundo.
El
juego del “Tricolor de Morumbi” como se le conoce a la oncena
participante en la liga paulista se caracterizaba por un juego
colectivo casi sinfónico y a las generosas individualidades que
enamoraban a la tribuna, complementado a la perfección por una
asombrosa efectividad frente al marco rival que hicieron del Sao
Paulo el equipo de la década en el continente americano.
Zetti
en la portería una línea de cuatro defensas conformada por uno de
los mejores laterales que ha dado el futbol, Cafú, los fuertes e
impasables Valber y Ronaldao, además del bólido Ronaldo Luiz eran
los habituales integrantes de una defensa que retaba al mismo hierro
dentro del terreno de juego.
En
la mitad de la cancha el “cuadrado” de Telé Santana lo formaron
la inspiración de Raí, el toque fácil de Adilson, la visión de
campo de Pintado y la tranquilidad que otorgaba un hombre como
Toninho Cerezo con el balón en los pies resultaron baluartes para
llevar a buen puerto los mortíferos avances del Sao Paulo hacía el
área rival.
El
“jogo bonito” de Telé Santana y sus discípulos encontraron
feliz destino en un aparato ofensivo que no se cansó de anotar goles
con Palinha y Muller como los encargados del fascinante trabajo
dentro de la cancha Sao Paulo fue una escuadra que llevó a sus
vitrinas cualquier título que se puso en su camino.
El
mismo Barcelona de Johan Cruyff rindió pleitesía al Sao Paulo en la
final de la Copa Intercontinental en 1992 al derrotarlos con marcador
de 3-1 en Tokyo, al mismo Barcelona que lo consiguió todo en el
Viejo Continente, el equipo brasileño que juega en Morumbi le dio
una lección de futbol basado en un alegre juego de conjunto y un
pacto indestructible con el gol.
El
AC Milán dirigido por Fabio Capello también cargó con la derrota
con marcador de 3-2 frente al “Soberano” del futbol brasileño en
1993, también en Tokyo, Japón y en la misma instancia que el
Barcelona un año antes, la Final de la Copa Intercontinental. ¿Algo
más que demostrar se le exigía al poderoso Sao Paulo?
Así
el futbol brasileño presume en su longeva y rica historia al Sao
Paulo un equipo con un magistral director de orquesta como Telé
Santana y un conjunto de jugadores capaces de enamorar a la tribuna y
al mismo balompié con efectividad, concentración y por supuesto
alegría.
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