Viajero
terrestre y silencioso. Desde niño comenzó a formar una
personalidad introvertida, de hielo, pero Dennis Nicolaas Maria
Bergkamp tenía una pasión tan grande capaz de derretir todo lo que
tocaba: el futbol en base a un talento innato, y condiciones
excepcionales cuando corría en una cancha con el balón en los pies.
Nacido
en una atípica familia católica a las afueras de Ámsterdam el
chico rubio al que le costaba hacer amigos en la escuela o su propio
barrio encontró en el balompié la vitrina ideal para expresar todo
lo que con palabras era incapaz y gracias a su tutor y maestro Johan
Cruyff fue formado profesionalmente en las fuerzas básicas del Ajax,
conjunto del que en pocos años se convirtió en referente, goleador
y estrella resplandeciente.
Con
el equipo modelo del futbol total holandés Dennis Bergkamp lo ganó
todo, desde su debut en Primera División en 1986 una Recopa de
Europa, una liga Erendivise, la Copa de Holanda, una UEFA. Anotó un
total de 122 goles en 239 duelos con la camiseta del Ajax, del cual
abandonó sus filas en 1993 para probarse en un futbol de la más
alta exigencia como el calcio italiano con el Inter de Milán.
Técnica
individual depurada, excelente visión del campo, atrevimiento,
definición fantástica ante el marco rival y una mentalidad ganadora
llevaron al apodado “hombre de hielo” holandés a formar parte
de la “naranja mecánica”, el combinado holandés en el que
también en poco tiempo se convirtió en indiscutible tanto en las
tres Eurocopas que disputó de 1992 al 2000 y en los dos Campeonatos
Mundiales que disputó en 1994 en los Estados Unidos al igual en 1998
en Francia, el número diez de Bergkamp de inmediato se hacía
visible dentro del terreno de juego para quien en la historia se
coloca como el tercer goleador con 37 dianas en el combinado de los
Países Bajos.
Luego
de un paso entre claroscuros con el Inter de Milán debido a
constantes lesiones, y a su resistencia a mantener una “buena”
relación con la prensa el futbol le abrió un nuevo horizonte a
Dennis Bergkamp con el Arsenal de Inglaterra y un entrenador riguroso
como el francés Arséne Wenger. Precisamente fue en Londres donde
Dennis destapó el miedo más grande de su vida, pero que también ha
enfrentado con valentía: volar en avión.
Existió
una cláusula en el contrato del talentoso futbolista tulipán con
los “Gunners” en el que solicitó en lo posible evitar los viajes
en aeroplano, debido a su miedo a las alturas. Concedida la petición
se convirtió en algo usual conocer de los viajes en auto del
“Iceman” holandés los cuales anticipaba varios días antes al
resto de la delegación del Arsenal, y que lo mismo lo llevaron por
Túnez que hasta Rusia.
Era
dentro de la cancha en donde Dennis superaba sus fobias y miedos,
gracias a un futbol atrevido y 100 por ciento ofensivo superaba a sus
adversarios, figura en Arsenal, los aficionados del club inglés en
su honor decretaron el 16 de abril desde el año 2006 como el día
Dennis Bergkamp, pues simplemente con una definición espectacular
para anotar un gol el “hombre de hielo” era capaz de prender
fuego a la más fría de las tribunas en un estadio de futbol.
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