Aferrado
como pocos a su convicción. “Prefiero aferrarme siempre al sí que
al no” es un enunciado común del poco ortodoxo timonel argentino.
Es la firme mentalidad de un tigre argentino capaz de bailar en el
fuego con tal de defender la capacidad de los jugadores que dirige
desde cualquier banca alrededor del mundo, sea Argentina, Brasil,
Colombia o Perú. Ricardo Alberto Gareca Nardi sabe de primera mano
lo que es trabajar el futbol desde diferentes perspectivas, llámense
geográficas, físicas, ideológicas, incluso estructurales.
Formado
como futbolista profesional en el equipo de la mitad más uno del
futbol argentino, Boca Juniors, institución a la que llegó para
probarse prácticamente en todas las posiciones de la cancha, primero
como guardameta, luego mediocampista y finalmente como delantero
Gareca, responsable directo de la clasificación del cuadro celeste a
la Copa del Mundo de México 1986, gracias a su gol de último minuto
ante Perú, sufrió en esa época la mayor tristeza que le ha dejado
el balompié. Pese a su acto heroico resultó marginado de la lista
definitiva de Argentina para viajar a tierra azteca, país donde a la
postre el representativo sudamericano se alzó como Campeón del
Mundo. El entorno futbolístico le había dado su primera cachetada
al Tigre de Tapales, pequeña provincia de Buenos Aires.
La
oportunidad de llegar a ser director técnico llegó en el mejor
momento para Ricardo Gareca, quien en todo momento se ha mostrado
con un hombre que no se “casa” con ningún sistema de juego. Así
lo demostró desde su etapa en Vélez Sarsfield, después en Colombia
con el Unión de Santa Fe e incluso en Brasil con Palmeiras, el
timonel argentino lo mismo echó mano del 4-4-2 que del 4-3-3 para
enviar a la cancha a sus oncenas.
Como
buen “Tigre” trotamundos Ricardo Gareca tiene como prioridad
explorar el terreno al que llega, y en base a ello se queda con lo
mejor que las condiciones físicas de sus jugadores e incluso la
geografía en la que se desarrollan como futbolistas los hombres que
tiene en mente para conformar sus equipos resulta fundamental dentro
de su concepción futbolística.
En
los fundamentos de Ricardo Gareca ningún sistema será tan bueno
como los hombres de los que disponga para jugar. Deposita una
confianza de hierro en los hombres que manda a la cancha para
desarrollar el juego. Tal como si realizará una declaración
silenciosa “Voy a confiar plenamente en los jugadores que tengo”.
Como para borrar ese mal recuerdo de su no asistencia al Mundial de
1986 en México.
Así
lo hizo en sus primeros días como timonel de la Selección Nacional
de Perú, escuadra que acumula más de 30 años sin asistir a un
Campeonato Mundial de la FIFA. “El jugador peruano siempre ha
tenido toda la capacidad para jugar al fútbol. Lo que ha pasado es
que por estas situaciones difíciles de no llegar a un Mundial perdió
un poco la confianza, pero poco a poco va a recuperarla, porque la
historia del futbol en Perú es más rica incluso que en muchos
países”, declaró Ricardo Gareca a pocos días de tomar el timón
del seleccionado inca,
Durante
la celebración de la pasada Copa América en Chile 2015 Perú se
convirtió en la grata sorpresa del certamen al mostrar un futbol
alegre, rápido, revitalizado, capaz de oponer resistencia al más
fuerte de los contrincantes que le hizo conquistar el tercer lugar en
el continente americano. En esa metamorfisis del balompié inca
mucho tiene que ver la confianza inquebrantable de un “Tigre”
llamado Ricardo Gareca.
Títulos
de Ricardo Gareca 1 Copa Sudamericana (Vélez Sarsfield) 2
Campeonatos de Primera División en Colombia (América de Cali) 3
campeonatos del Futbol Argentino (Vélez Sarsfield).
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