Forjado para hacerle
frente al conjunto símbolo de la capital española, Real Madrid el
FC Barcelona encontró la fórmula perfecta para mostrarse como una
máquina impecable de futbol y de paso salir de las sombras en las
que se mantuvo en la década de los 80, por lo que la transformación
era necesaria y para comenzar desde los cimientos la directiva del
cuadro blaugrana recurrió a uno de los ídolos de antaño para
enderezar el rumbo: Johan Cruyff. El holandés fue el encargado de
tomar las riendas en la dirección técnica para la reestructuración
del equipo de la llamada Ciudad Condal.
La construcción del
nuevo Barcelona debía iniciar con una línea defensiva digna, donde
la cantera se convirtiera en la preferencia a la hora de elegir a
los hombres, por eso Albert Ferrer, Sergi y el capitán eterno y
guardameta Andoni Zubizarreta arroparon con armonía a la última
pieza en el engrane de la zona defensiva, el holandés Ronald Koeman.
Con la defensa conformada
Johan Cruyff y su cuerpo técnico se enfocaron en su zona favorita
del terreno de juego la mitad de cancha donde José María Bakero,
Joseph Guardiola, Eusebio, y el danés Michael Laudrup fueron los
encargados de llevar a la realidad esas pinceladas del futbol total
que su director técnico aprendió desde su alma mater, el Ajax de
Ámsterdam. La constante continuaba la cantera del Barcelona
complementada por algún jugador de calidad internacional.
Eran los tiempos en los
que todos los equipos del mundo querían correr a todo galope, el FC
Barcelona de Cruyff optó por detenerse a tocar el esférico, tal y
como lo relataban los Medios de Comunicación españoles de entonces.
El punto neurálgico en el futbol desplegado por los blaugranas
estaba listo para su desarrollo.
La ofensiva del Barcelona
debía de estar a la altura del resto del equipo por lo que los
elegidos para lograr la mayor conquista del futbol, el gol fueron el
búlgaro Hristo Stoichkov, el brasileño Romario y Begiristain se
ganaron a pulso la titularidad en la oncena dirigida por Johan Cruyff
que de esta manera estaba lista para enfrentar sus propios demonios y
los retos más importantes, no sólo en la liga española sino en a
todo lo largo y ancho del continente europeo.
La nueva etapa del FC
Barcelona rindió frutos con la conquista de cuatro títulos
consecutivos dentro del futbol español , incluidas sendas lecciones
para su acérrimo rival Real Madrid, donde destaca la goleada de 5-0
de los blaugranas en la campaña 1993-94 comandado por un Romario de
ensueño, tal y como comenzaron a llamar a aquel Barcelona de Johan
Cruyff, donde todas sus piezas funcionaban de manera perfecta.
Las competencias a nivel
europeo recibieron al conjunto culé para ponerle enfrente las más
duras pruebas en las que a base de un futbol donde el toque del balón
entre todos sus elementos resultó fundamental . La Copa de Europa se
fue a la vitrinas del Barcelona en 1992 al vencer en el mismo estadio
de Wembley a la Sampdoria de Italia. Este era el arranque de una
etapa prolífica para el FC Barcelona que resurgía con futbol
espectacular para toda Europa.
Así el Barcelona de
Johan Cruyff dejó las semillas para su presente actual, una fe
ciega depositada en un inconfundible estilo de juego, y un
productivo trabajo de cantera que lograron conquistar a medio Europa,
claudicar a su mayor rival deportivo y exorcizar sus propios
demonios.
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